Alerta De Traumatismo by Radclyffe

autor:Radclyffe [Radclyffe]
La lengua: eng
Format: epub
ISBN: 9781635553376
editor: Bold Strokes Books
publicado: 2018-02-01T00:00:00+00:00

Capítulo Diecisiete

«No sabes nada de él, Ali,» Sammy dijo con un giro displicente de su mano. «Así que le gusta manejar una motocicleta, ¿qué de ello? Nomás porque no apruebas… ay dios, a veces te portas como mamá.»

«Quizás no pienso que motocicletas son el medio más seguro de transporte…»

La risa de Sammy llenó la recamara. «¿Medio de transporte? ¿Te puedes oír?» Se dejó caer en la cama, brazos bien extendidos. Su camiseta sin mangas estaba levantada, mostrando se estómago fino, bronceado y el piercing enjoyado en su ombligo, y su tatuaje de calavera extendía desde el cinturón de sus pantalones de mezclilla peligrosamente bajos. «Ya sé que decidiste a ser una doctora, ¿pero necesitas sonar como uno de esos esnobs amigos del club de campo de Mamá y Papá?»

«Ándale Sammy, eso no es justo. Ya sé que Eddie se junta con los Guerreros Moto Club. Son una pandilla de motociclistas.»

«Solo se junta con ellos durante los fines de semana… para diversión. Tiene un trabajo regular en la papelera.»

«Vi su moto afuera de la Parada en Boxes anoche. ¿Estabas con él allí, verdad? Es frecuentado por los Guerreros M.C. Todos saben eso.»

«¡No te puedo creer! ¿Qué hiciste? ¿Me seguiste?» Sammy brincó de la cama. «No soy una chiquilla y no estás en cargo de mi vida. Sí tengo más que dieciocho, sabes.»

«Bueno, no te portas como ello. ¿Por qué no puedes pensar de lo que haces de vez en cuando? ¿En vez de solo haciendo lo que te da la gana?»

«¿Sabes que Ali? Se te dificulta tanto viéndome con Eddie porque tienes demasiado miedo a ir tras lo que verdaderamente quieres.» Sammy agarró su chaqueta bruscamente y marchó hacia la puerta. «Si no tuvieras tanto miedo sentir cualquier emoción, quizás realmente te la pasaras bien de vez en cuando.»

«¡Sammy!»

… «¡Sammy!»

La pistola giró en un arco lento, concentrándose en Sammy. Ali corrió a cruzar la inmensidad eterna del asfalto que centellaba, gritando para que Sammy se agachara. Sus palabras volaron dentro de su boca y sus piernas no se movían. El cabello largo, negro, de Sammy, como un velo de seda, volaba por el aire. Su cara estaba inclinaba hacia arriba al cielo cerúleo y estaba riéndose, vibrante y bella. Ali extendió su mano, sus ruegas estrangulándose en su pecho. Escarlata floreció en el cuello de Sammy y su sonrisa tambaleó. Giró la cabeza lentamente en la dirección de Ali, sus ojos bien abiertos y heridos. Con miedo y en dolor.

«¡Sammy! ¡Oh dios, Sammy!»

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